El misterio del santo grial de Sirio y el destino secreto de Estados Unidos
La fascinante historia de mística detectivesca
de cómo llegó el ojo en la pirámide al dólar, el pintor ruso que
influyó en el destino del país que sería la Nueva Atlántida, al renacer
del fenix, y la piedra del destino, o santo grial, que ayudaría a
completar la obra magna de alquimia.
“La historia del mundo es la historia de
la guerra entre sociedades secretas”, escribe Robert Anton Wilson bajo
el seudónimo fantasma de Ishmael Reed.
Una historia secreta fluye en la sombra,
lo que vemos generalmente son sólo las ondas que reflejan en la
superficie acontecimientos de una profundidad invisible, como un
monstruo gestándose en el fondo del lago o quizás una ninfa cuya
refulgente desnudez es intolerable para los ojos ordinarios de los
habitantes de este planeta.
Una de la más cautivadoras historias de
la humanidad es la del santo grial; otra de las más intrigantes, a mi
juicio, es la del ojo omnividente en la pirámide, o el tercer ojo de la
iluminación. Estas historias se conectan en la figura del pintor y
místico ruso Nicholas Roerich, acaso, como en la cita de Anton Wilson de
una forma espectral.
En mi post anterior
narramos parte de la historia de cómo llegó el ojo en la pirámide al
gran sello de los Estados Unidos por influencia de una sociedad secreta,
y el significado de este símbolo maestro, que sintetiza una parte
importante del conocimiento esotérico de la humanidad.
Ahora contaremos la historia de cómo
llegó este poderoso símbolo casi 150 años depués al reverso del billete
de un dólar, el pedazo de papel más emblemático de nuestro días, por la
magnética influencia de un místico ruso en la política estadounidense.
Nicolas Roerich llegó a Estados Unidos
en 1920. Roerich había sido alumno de Swami Vivekananda y seguidor de la
teosofía de Helena Blavatsky, que integró el misticisimo oriental a la
mente occidental. Su esposa, también llamada Helena, decía canalizar al
maestro ascendido de la llama azul, Morya, el cual había sido guía de
Blavatsky. Prólifico pintor de más de 7 mil cuadros, Roerich fue
escenógrafo de “La Consagración de la Primavera” de su compatriota
Stravinsky y fundó el primer templo budista en su país. Su fama
trascendió el arte y promovió la cultura como un fundamento de la paz y
recibió varias nominaciones al Premio Nobel; su visión de la Liga de las
Naciones es parte importante de lo que acabó siendo la Naciones Unidas,
un paso hacia un organismo de gobernancia global.
Al parecer Nicolas Roerich conoció el
Nueva York de 1928 a Henry Wallace, quien sería secretario de
Agricultura y Vicepresidente bajo el mandato de Franklin Delano
Roosevelt. El encuentro pudo haberse dado a través de la Teosophical
Society, en la cual ambos participaron. Alice Bailey, la continuadora
del trabajo de Madam Blavatsky, fundó en 1920 su editorial Luci’s Trust
(originalmente Lucifer’s Publishing) y la teosofía estaba en su auge en
esos tiempos.
Wallace quedo encantado por la
refinación espiritual y los conocimientos esotéricos de Roerich, quien
había viajado por todo el mundo, incluso en búsqueda del mítico reino
del cielo en la Tierra, Shambhala
(en el que se basara la película de Capra sobre Shangri-la). En este
lugar en lo alto de los Himalayas supuestamente hay una ciudad de
maestros ascendidos en la que reina la Gran Hermandad Blanca. La pintura
de Roerich refleja los mitos y paisajes de este nodo espiritual
planetario.
La amistad esotérica de Wallace y
Roerich los llevó a celebrar reuniones en el penthouse del museo del
pintor ruso en la ciudad de Nueva York (a cuya inauguración habían
asistido jefes de estado, Einstein, Tagore, etc.). Se dice que a estas
reuniones asistieron entre otros el presidente Roosevelt, que quedó muy
impresionado con Roerich, y el historiador hermético Manly P. Hall,
quien fundara la Philosophical Research Society, en cuyas instalaciones
podemos ver una estatua de Roerich y una de Blavatsky.
Fue la recomendación de Roerich de que
pusieran el símbolo del ojo omnividente dentro de la pirámide
incompleta en una moneda la que llevó al entonces secretario de
Agricultura Henry Wallace a mostrarle la imagen del Gran Sello al
presidente, Wallace escribe en una carta:
“Mientras
Roosevelt veía una reproducción a color del Sello lo que primero le
llamó la atención fue el “Ojo Omnividente”, una representación masónica
del Gran Arquitecto del Universo. Luego le impresionó la idea de que la
fundación de un nuevo orden de las edades había sido sentado en 1776
pero sería completado solo bajo el Ojo del Gran Arquitecto. Roosevelt
como yo era un masón grado 32. Sugirió que en vez de una moneda,
pusieramos el símbolo en el billete de un dólar”
.
Roosevelt
no sólo era masón, era miembro de la sociedad secreta de los “Shriners”
(Ancient Arabic Order of Nobles of the Mystics Shrine). En la
inscripción Novus Ordo Seclorum, Roosevelt vio un analogía con su “New
Deal”, el Nuevo Trato o Nuevo Orden Mundial. La inclusión de este
poderoso símbolo en el billete del dolár ha generado una impronta en
todo el planeta, reflejando un misterioso designio y convirtiéndose en
el emblema de las teorías de la conspiración. Como veremos, el símbolo
del ojo en la pirámide , la leyenda del nuevo orden mundial y el
águila-fenix en el dólar son una especie de teleología de la historia
secreta, como una campaña viral metafísica.
La confianza y la injerencia de Roerich
en Wallace y quizá en Roosevelt estaban fincadas en su promesa de
obtener la “piedra del destino”. En una serie de cartas en las que
llamaba a Roerich “gurú” y que más tarde serían filtradas por la prensa,
afectando su campaña a la presidencia, Wallace escribió
“He
pensado en la advertencia de ‘Espera la Piedra’. Esperamos la Piedra y
te recibimos otra vez con los brazos abiertos a esta gloriosa tierra del
destino”.
Esta piedra del destino, es la también
llamada Piedra Chintamani, la cual legendariamente fue traída del cielo y
entregada al Rey del Mundo en Shambhala, Sumat Kumara.
En otra carta Wallace le escribió a Roerich:
“La
búsqueda, ya sea por la palabra perdida de la maosnería, el Santo Grial o
el potencial del porvenir, es un objetivo supremamente valioso. Todo lo
demás es deber kármico. Pero seguramente todos somos un potencial
Galahad. Así que esmerémonos por el Cáliz y la llama arriba de el”.
La historia se complica ya que se dice que Nicholas Roerich entró en contacto con la piedra y viajó al Tibet para reunir la piedra Chintamani
a su piedra madre, una enorme joya, en el corazón de Shambala. Según la
leyenda la piedra proviene de la estrella de Sirio. Al parecer Roercih
no habría llegado a Shambhala y sólo a Shigatse, por cuyas cuevas se
asciende a Shambhala y en dónde estudio Blavatsky.
En la piedra, según Roerich, yace la siguiente inscripción (traducida del sánscrito):
“Through the Stars I come. I bring the
chalice covered with the shield.” (A través de las estrellas he venido.
Traigo el cáliz cubierto con el escudo”
.
La piedra Chintamani está relacionada
con el santo grial a través de la obra medieval “Parsifal”, de Wolfram
von Eschenbach y de la estrella Sirio. También se relaciona con la
pierda que Jacob usó como almohada y de la cual, según dice la Biblia,
creció una escalera angelical al cielo. En el clásico sobre el santo
grial Eschenbach menciona la “piedra del cielo”, la cual es verde, al
igual que la Chintamani, la cual dice es parte de un meteoro moldavita
(similtudes sincromísicas se pueden trazar a la criptonita de Superman).
El verde es el color de Venus, que al
igual que Sirio es llamada “la estrella más brillante del cielo”. Venus
es también Lucifer, antes de que se le asociara con el diablo, “el ángel
más brillante”, “el que lleva la luz”. El verde también es color de la
“Tabla Esmeralda”, el clásico hermético atribuido a Thoth (que mantiene
resonancias con Lucifer). En este texto se enuncia la máxima gnóstica
“Como arriba, es abajo”, quizás la frase que sintetiza, en menos
palabras, el más copioso cuerpo de conocimientos arcanos. De esa sola
frase, podemos extraer toda la religión y arquitectura de los pueblos
más admirados de la antiguedad, como los egipcios y los mayas, que son
en realidad astroteologías y astroarquitectura. Inlcuso este espejo
oculto de las estrellas está detrás de la religión católica (la
adoración al sol), la religión judía (la adoración a Saturno) y por
supuesto la masonería y demás sociedades secretas que se basan en la
religión de los misterios egipcios y griegos, cuyo origen se remonta a
la Atlántida.
El masón 33 Manly P. Hall escribe en “The Secret Teachings of all Ages”:
“Como el
záfiro Schethiya,el Lapis Exilis, la joya de la corona del arcángel
Lucifer, cayó del cielo. Miguel, arcángel del sol y dios oculto de
Israel, encabezando las huestes angelicales luchó contra Lucifer y su
legión de espíritus rebeldes. Durante el conflicto, Miguel con su espada
flamante golpeó la refulgente Lapis Exilis en la corona de su
adversario y la piedra verde cayó de los anillos celestiales hacia el
oscuro abismo inconmensurable. De la gema radiante se fraguó la
Sangreal, o Santo Grial, de la cual se dice que Cristo bebió en la
Última Cena”.
De aquí podemos tender otra línea de
investigación, la misma del libro ” The Holy Blood, The Holy Grail”. El
santo grial es la sangre real, la sangre de la descendencia de Cristo y
María Magdalena. La sangre de los Merovingios, reyes de Francia (El
Merovingio aparece en Matrix como un programador inmortal y dios sexual
que conoce a perfección el código de la Matrix)
.
Los Merovingios también comparten un
supuesto origen en Sirio. Mer, significa mar (Meru también se le ha
llamado a la Atlántida) y al parecer el nombre Mero-veus se deriva de
“vere”, dragón o bestia. El origen mítico de los “Meroveus” cuenta que
la dinastía fue concebida por la relación violatoria entre el
quinotauro, un monstruo marino y la madre del primer rey Merovingio. El
Quinotauro se identifica a veces con Poseidón. Los Merovingios parecen
ser la mítica raza de los reyes peces o pescadores (Fisher Kings).
Todo esto por supuesto resuena con los
Nephelim del Antiguo testamento que buscaron procrear con las hijas del
hombre. Y conecta con los Annunaki, los dioses sumerios que algunas
interpretaciones de las tablas señalan fueron los creadores de la
humanidad (y se les identifica con reptiles o dragones).
Lo cual nos lleva a la teoría de los
antiguos astronautas, y la posibilidad de que la sangre real (sangre
azul: luz de Sirio) sea el A.D.N. de las estrellas, el A.D.N.
extraterrestre de la raza de los dragones. El masón Alber Pike se
refiere a Sirio como la “estrella que brilla en las logias” y que traza
el camino. Los masones utilizan la imagen de una escalera caracol o
espiral (como el ADN o la serpiente kundalini) que sube al cielo, al
“stargate” o portal de las estrellas. Sirio es también “el ojo en el
cielo”, que se representa arriba de la escalera. (“Eye in the sky, i can
read your mind”, dice Alan Parsons en un disco que contiene una canción
llamada “Lucifer”.) (Con su track “Sirius”, los Bulls de Chicago salían
a la cancha).
La tribú africana de los dogon, según el
trabajo de Robert Temple, sabía que el sistema estelar de Sirio era un
sistema binario, con la existencia de una enana blanca Digitaria. Los
dogon llegaron a estos conocimientos (también describieron la órbita de
Sirio) de una forma que trasciende la ciencia ordinaria, ya que
evidentemente no cuentan con telescopios. Los dogon se refieren a la
estrella enana Digitaria, como “El ojo del universo”.
Si seguimos jugando con la etimología,
existen investigadores que relacionan a los dogon, con la palabra dragón
y al último rey Merovingio, Dagoberto. Otra posible relación sería con
la palabra dog (Sirio es conocido como “dogstar” la estrella del perro;
dog es god al reves; Sirio en el esoterismo es conocido como el Sol Secreto).
Si seguimos tejiendo la madeja sincromística notamos que Osiris es
representado con cabeza de perro (al igual que Xolotl-Venus); Sirio,
también llamada la “Estrella de Isis”, marcaba con su ascenso heliacal
el inicio de la inundación del Nilo (el cual está relacionado con la Vía
Láctea).
Osiris, cuyo color es el verde, también
resucitó de la muerte después de que su hermano Seth (¿Satán?) lo
hiciera pedazos; el último de los 14 que ensambló Isis fue su falo, el
cual había sido devorado por un pez en el Nilo. Esta historia es
simbólica de la alquimia del renacimiento a la vida después de la
muerte. Los egipicos no enterraban a los muertos en los 70 días en los
que Sirio (el sol secreto) yace oculto. El perro: Sirio es el pastor de
estrellas (la cuales son equivalentes a almas). El falo de Osiris
representa al sol y al misterio de la alquimia sexual.
Al igual que Osiris, Cristo es un dios
de la luz, el sol personificado; el secreto, de Cristo, según parece
ocultarse, es la magia sexual: la semilla de Sirio (En palabras de
Crowley “The star & the snake”).
Peter Dawkins, autor del libro “Arcadia”, escribe:
Jesus de
Nazaret es históricamente una de las grandes almas que llamamos Cristos,
Hijos de Dios… Se dice que esta alma obtuvo la perfección en mundos
distintos al nuestro y que él es un Gran Iniciado del sistema estelar
llamado Sirio. De la Gran Hermandad Crística de Sirio llegó con dos más
en una misión especial a nuestro sistema solar, entrando vía el Sol, su
corazón y luego encarnando en este ambiente denso de nuestro planeta a
través del más refinado de Venus, nuestro planeta gemelo.
De nuevo la conexión entre Sirio y
Venus: Maria Magdalena e Isis, como símbolos de la diosa del amor, están
relacionadas también con Venus. El símbolo de la divinidad de los
Merovingios es la abeja, la cual está relacionada con Venus, por la miel
(y según una leyende Melchizedek trajo las abejas de Venus)
El sincromístico Goro Adachi nos dice que Sirio y Venus están
relaciondas a través del pentagrama o la estrella de cinco puntas.
Madam Blavatsky y la teosofía conectan a
Cristo con Lucifer. En el Libro de las Revelaciones de San Juan se dice
que Cristo es “el hijo de la mañana” o el hijo de la estrella más
brillante, el mismo epiteto que se usa para Lucifer en el Viejo
Testamento, antes de que se le identficara mucho después con el diablo
(¿se trata de la semilla dávidica?). El gran mago francés Eliphas Levi
escribió “¿Qué es más absurdo y más impío que atribuir el nombre de
Lucifer al diablo, eso es, al mal personificado. El Lucifer intelectual
es el espíritu de la inteligencia y el amor… es el Espíritu Santo;
mientras el Lucifer físico es el gran agente del magnetismo universal”.
Manly P. Hall dice en sus “Enseñanzas Secretas de Todas las Edades”, según la filosofía Rosacruz:
“La luz
falsa es finalmente vencida y redimida por la luz verdadera del alma,
llamada Segundo Logos o Cristo. El proceso secreto por el cual el
intelecto luciferiano se transmuta en el intelecto crístico constituye
uno de los grandes secretos de la alquimia, simbolizado por la
transmutación de metales base en oro”.
Ahora bien si seguimos con esta idea de
Lucifer como Cristo, también podamos hablar de Lucifer como falso
Cristo. Blavatsky cita la frase “Demon est Deus inversus”. Arthur C
Clarke en su libro “Odisea al Espacio” 2010 escribe: “Una generación
pronto nacerá que nunca habrá conocido un mundo sin Lucifer”. (Es
posible que quizás este código de Lucifer sea el del Anti Cristo, pero
esto es un misterio que sinceramente no podemos resolver).
Para los masones Lucifer ( resonancia de
Prometeo), es el símbolo del hombre que se vuelve dios (esto puede
interpretarse como una rebelión o como una eclosión o iluminación de la
inmanencia de Dios en todas las cosas). Los Iluminati o los sacerdotes
de Amen-Ra, al parecer estarían planeando crear una nueva estrella en
nuestro sistema solar: El proyecto Lucifer. El video del genial Steve
Wilner, sincroniza esta imágenes:
Como paréntesis literario hay que hacer
referencia a las múltiples conexiones que tiene Sirio con la mística y
el arte del siglo XX. Entre las personas que dicen haber tenido una
conexión con esta estrella o una inteligencia emanada de Sirio tenemos
a: Tim Leary (quien dice haber tenido telepatía interestelar en la
cárcel), a Robert Anton Wilson (el autor de “Illuminatus”), al
ilusionista Uri Geller (cuyo halcón galáctico provenía de esta
estrella), al místico ruso George Gurdjieff, Aleister Crowley (quien
describiera a un extraterrestre de la misma forma en que en la
actualidad se representa a los “grises”), al escritor de ciencia ficción
Phillip K. Dick. Saul-Paul Sirag sostien que docenas de científicos,
entre ellos Buckminister Fuller y John Lilly, dicen haber recibido
comunicaciones astrales.
K.Dick noveló este episodio de su vida,
que también podría ser un caso de esquizofrenia, en VALIS. En la novela
Dick es disparado a un estado de conciencia alterado después de ir al
dentista y ver un collar brillante con el símbolo de piscis (también
relacionado con los Merovingios). Dick dice haber visto un rayo laser
rosa penetrando su mente, este rayo rosa al parecer proviene de un
satélite en Sirio, el cual es responsable de crear nuestra realidad
holográfica.
Regresando a Nicholas Roerich, Wallace
lo envió en 1934 a una expedición a Asia en representación de la
Secretaría de Agricultura de Estados Unidos. En 1933 se había impresó el
nuevo billete de dolár con el ojo en la pirámide truncada. Se dice que
esta expedición podría haber tenido como fin traer la piedra del destino
a Estados Unidos. En 1935 los fondos se Roerich fueron retirados, al
parecer Wallace se había desencantado de su gurú. Demasiado tarde puesto
que eventualmente le costaría la elección a la presidencia.
El investigador Buff Parry cree que
Roerich nunca tuvo la pieda del destino y la uso solamente para embaucat
a Wallace y promover su agenda oculta. Esta piedra, o cáliz, habría
sido obtenida por los templarios en Jerusalén y ocultada en Escocia, de
donde se deriva el rito “escocés” de 33 grados de la masonería. Algunos
libros como “The Stargate Consiracy“,
señalan que el movimiento new age ha sido planeado por organismos
secretos desde épocas remotas y en los que participan Madam Blavatsky,
Alice Bailey, Roerich y la mismisima Gran Bestia, Aleister Crowley con
su “nuevo eon de Horus”. Un movimiento que más tarde sería continuado
por la CIA, como agencia de desinformación en nuestra época
psicoelectrónica de canalizaciones, en el Internet como medio viral y en
el milenarismo tecno-baconiano. En 1932 Alice Bailey, la fundadora de
Luci’s Trust, declaraba el inicio de la “nueva era de acuario”. Un meme
programativo que parece continuar inciertamente hasta este día.
Por otra parte una de las empleadas del
museo de Roerich reveló que éste recibió “el cofre sagrado” en París y
el cual contenía una imagen del Maitreya, la décima encarnación de
Vishnu y especie de Cristo Cósmico; unas monedas interdimensionales de
Shambhala y se coquetea con la idea de que tenía la Piedra.
El documental “The Eye of the Phoenix”
nos dice, vía Manly P. Hall, que en realidad el águila en el Gran Sello
de Estados Unidos, es un fénix. En “Parsifal”, la obra clásica del Santo
Grial que inspirará a Wagner, el fénix renace de sus cenizas por
virtud de la “piedra del cielo”. Este documental juega la posibilidad de
que “el destino secreto de Estados Unidos”, enunciado primero en la
Nueva Atlántida de Francis Bacon, en la Independencia del 4 de julio
(día que Sirio se alínea con el sol) y en el billete de un dólar, es dar
lugar a un nuevo orden mundial. Tal vez como un fénix que muere en un
acto de alquimia, sacrificando al dolár, orquestando una crisis
económica mundial y moldeando la mente global para que acepte la llegada
de la nueva era, el nuevo sol, el nuevo día, el cual es el símbolo de
campaña de Obama
.
Manly P. Hall escribe en “The Secret Destiny of America”:
“Existe
hoy en el mundo y ha existido por miles de años un grupo de hombres
iluminados unidos en lo que se podría llamar una Orden de la Búsqueda.
Está compuesta por aquellos individuos cuya percepción intelectual y
espiritual les han revelado que la civilización tiene un destino
secreto.
El
resultado de este “destino secreto” de Estados Unidos es un Nuevo Orden
regido por poderes supernaturales. Este Rey desciende de una raza
divina; esto es, perteneció a la Orden de Iluminados ya que aquellos que
llegan a un estado de sabiduría entonces pertenecen a una familia de
heroes humanos perfeccionados”.
En estas palabras tenemos la
base de la moderna teoría de la conspiración, que a través de Jordan
Maxwell (que recibió sus conocimientos a través de Hall) desembocó en la
película Zeitgeist y en muchas otras versiones de la Gran Conspiración
que incluyen el 2012 y el supuesto Fin del Mundo.
No podemos decir si esta
conspiración es simplemente una enorme red de desinformación que se ha
vuelto inextricable, o si se trata del Anti Cristo, de un Cristo
Holográfico incluso, o esta(s) sociedad secreta de “Iluminados”
luciferianos en realidad busca cumplir con un destino divino e iluminar
al mundo: que todos (o la elite) abran el ojo y se complete la pirámide.
Posiblemente la realidad sea un constructo mental y cada quien mejor
haría en crearla por sí mismo y en escuchar su propia historia antes que
creer en otra.
En este sentido quizás el mejor
entendimiento de este thriller místico-detectivesco es como un símbolo,
que cada quien debe interpretar (el santo grial sólo es visible para
quien es capaz de “ver” la luz invisible: como Alicia que imaginaba cómo
se vería la luz de una vela apagada). Una trama velada (como el velo de
Isis) que sólo los iniciados logran desentrañar. Manly Hall nos dice
que los ideales tan pronto son conocidos por el mundo se convierten en
ídolos, por eso deben de ser ocultados en símbolos.
El
simbolismo es el lenguaje de los Misterios… A través de símbolos, los
hombres han buscado desde siempre comunicarse aquellos pensamientos que
trascienden los límites del lenguaje”.
El santo grial es: “un símbolo del mundo
inferior y de la naturaleza corporal del hombre, porque ambos son
receptáculos de las esencias vivientes de los mundos superiores. Tal es
el misterio de la sangre redentora, la cual descendiendo a la muerte, se
sobrepone a su último enemigo al espiritulizar toda la substancia con
su propia inmortalidad. Para el cristiano, cuya fe mística especialmente
realza el elemento de “amor”, el santo grial típifica el corazón en el
que se arremolina el agua de la vida eterna. Para el cristiano, la
búsqueda del Santo Grial es la búsqueda del ser veradero que, una vez
encontrado, consuma la magnum opus”.
Nos quedamos con la alquimia, más que
con la conspiración, con la piedra filosofal, con el “lapis” que hace
oro del cuerpo humano -barco- para atravesar el mar del espacio guíado
por el can Sirio y Venus -Isis y (Stella) María – la mujer divina y de
esta forma encontrarse a sí mismo en el espejo de luz de las estrellas.
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